"No
me importa la manera de partir, solo quiero que al corazón nos apunten al
matarnos, que nos volvamos luz y no polvo. Que nos volvamos nubes y no
recuerdos, que reposemos en un corazón y nunca
en un ataúd. Que escapemos finalmente del animal, que nos despojemos del
fantasma, que dejemos de escuchar las voces, que dejemos a los instintos
apoderarse de nosotros, que terminen los días, que terminen los miedos al irse
difuminando, como se difuminarán estas palabras en quienes las lean, e incluso
en quien las escribe."
Final de microsociología del Campo Tritón, Norponiente de Monterrey, Pablo Andrés Grimaldo Revillas, estudiante del décimo semestre de la licenciatura en Arquitectura, Facultad de Arquitectura de la UANL.