El Arroyo Zacate era muy extraño porque al momento que
uno pasaba… Haga de cuenta que se le caía algo, lo salpicaba el Agua y usted se
asustaba… En ese momento alguien se apoderaba de su espíritu. Por eso dicen que
han ido a bendecir el Agua y le hacen oración.
En aquel tiempo cuando a mi abuelita le paso eso, ella
intentó recoger su toallita, pero ya no pudo porque al momento sintió que la
jalaban por adentro del Agua, debajo de las piedras se iba, se iba su toallita
y ya no la pudo sacar.
Se regresó para irse a su casa; así, pasaron como dos
días, y ya cuando de nuevo vio la toallita ahí en el Arroyo, entonces ella hizo
el intento de recogerla y sacarla nuevamente, pero en ese momento ella sintió
un escalofrió, y ya no hizo más por sacarla.
El dueño del lugar, que estaba ahí, se molestó porque
ella había pasado tantas veces.
En ese Arroyo, cuando iban a bañar a sus niños, si no
pedían permiso los niños se enfermaban; esto, hasta que fueran a ofrendarle
algo, una moneda, un huevo, la gente le pedía al curandero, quien iba y le
hablaba ahí, pero en su propia palabra de él.
Los curanderos tienen un don, se entienden con lo que está
ahí. Por eso lo niños si se curaban, cuando ya regresaba el curandero a la casa
donde estaba la señora, el niño se recuperaba.
También, a veces se oía que estaban tocando un instrumento,
se oía música adentro del Arroyo en las noches. Se escuchaba la música y se
veían bultos, ahí, que se estaban bañando, pero en ese momento uno no puede
hablar, no puede decir nada, como que se le enchina la piel.
Eso sucedió por el año de 1985. Ahorita ya no sucede eso.
Pasa la gente con Agua bendita. Pero en las noches si se escucha la música. Hay
horas para eso, de las nueve de la noche en adelante."
Recopilación del taller Casa de las Historias, La Chinantla, Tlatepusco, Usila, Sierra Norte de Oaxaca, verano 2012
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