Y luego, en las calles y negocios de Parral te topas con indígenas tepehuanes, tarahumaras y pimas, como en Reynosa te cruzabas, en la década de los setentas con Paurakes, Karankawas, Kauramas, Borrados y otros tribeños de clanes y federaciones chichimecas casi extintos u olvidados.
viernes, 28 de diciembre de 2012
Parral Tamaulipas, Reynosa Chihuahua
Parral
es como Reynosa hace 35 o 40 años; al menos la Reynosa querida que marcó
nuestras vidas y que conservamos en la memoria. Desde la primera vez que viajamos
a la capital del mundo tuvimos esta extraña sensación en distintos instantes y recorridos. A Parral
le pones el canal Anzaldúas, el Río Bravo y la refinería de PEMEX, y luego
le quitas las estribaciones de la Sierra Madre Oriental, la mina de la Prieta y la tumba de Villa ¡y
listo!, has de cuentas Reynosa de hace tres o cuatro décadas. Gente parecida,
atmósferas semejantes, el mismo tráfico y los mismos atavíos, repertorio
musical análogo; por decir algo, bajas en la central de autobuses y están en
exhibición y venta discos compactos de los cachorros de Juan Villarreal y los
Tremendos Gavilanes; pensé que esto era solo una ilusión óptica teranense o un
inventario musical olvidado pero en un paseo a Santa Bárbara el papá de Nydia
nos puso de banda sonora música de los Tremendos Gavilanes y los Montañeses del
Álamo. Luego, el tío Prieto nos pidió una antología de lo mejor de los Cadetes
de Linares. Pero lo verdaderamente sorprendente fue el primer fin de año que
pasamos acá, llegaron unos sombrerudos chihuahuenses a la casa de enfrente y se la
pasaron toda la tarde y noche escuchando repertorio musical de grupos nuevoleoneses
del área Ramones-General Terán-Linares-China. No invento, despidieron el año
con la canción de Ramones a Terán de los Invasores.
Y luego, en las calles y negocios de Parral te topas con indígenas tepehuanes, tarahumaras y pimas, como en Reynosa te cruzabas, en la década de los setentas con Paurakes, Karankawas, Kauramas, Borrados y otros tribeños de clanes y federaciones chichimecas casi extintos u olvidados.
Y luego, en las calles y negocios de Parral te topas con indígenas tepehuanes, tarahumaras y pimas, como en Reynosa te cruzabas, en la década de los setentas con Paurakes, Karankawas, Kauramas, Borrados y otros tribeños de clanes y federaciones chichimecas casi extintos u olvidados.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
Tramo de notas sobre carreteras (en construcción)
De Monterrey a Tlaxacala y de Xalapa a
Monterrey, Parral, inmediaciones de la Gran Huachichila y Chihuahua, territorio
continental.
Las carreteras fueron construidas para cumplir ciertas funciones básicas pero con el paso del tiempo muchas se convirtieron en un fin en sí mismas.
Hay carreteras que cruzan o unen continentes, que sacan al mar y siguen sus contornos, que borran del mapa sitios sagrados, pueblos y barrios. Hay vías terrestres que hieren selvas o desiertos, de conquista y defensivas, para transportar droga y lavar dinero; la última vez que estuvimos en la sierra Tarahumara los profesores raramuris nos hablaron de un ramal en construcción conocido como "La carretera de la Línea". No son pocas las carreteras construidas con objetivos políticos como la reconstrucción nacional y reactivar la economía en tiempos de crisis.
También se han levantado ya, principios de autopistas que llevan a otros mundos; por ejemplo, los compañeros camaradas soviéticos construyeron los primeros tramos de carreteras aeroespaciales, aquellos que serán recordados en el futuro como las vías terrestres que nos sacaron a otros soles y sistemas planetarios, porque por ellas transitaron los vehículos automotores y grúas con las primeras naves espaciales y cosmonautas. Existen, en contraparte, grandes carreteras norteamericanas que fueron diseñadas y levantadas con propósitos de defensa aérea, como alternativa secreta de aeropuertos y portaviones destruidos en caso de una guerra total con la URSS o Rusia.
Dicen, algunos montañeses del Noreste, que el fin de las carreteras no es que llegue gente a las comunidades o llevar la modernidad a las mismas sino que los campesinos se vayan de sus lugares de origen: "Hicieron las carreteras para que nos fuéramos de la sierra, para sacarnos"; una idea semejante nos contó una señora Mayo, en Mochicahui, El Fuerte, Sinaloa. Ella nos dijo que entre su pueblo existía la creencia de que cuando el fin del mundo estuviera cerca aparecería una gran serpiente oscura que se comería a la gente Mayo y la expulsaría de sus tierras: "Esa serpiente ya tiene rato aquí, es la carretera, desde que esa llegó se han matado muchos familiares y amigos en accidentes porque ella se los come; otros, nada más siguieron su camino para otros pueblos y ciudades, nunca más volvieron a sus tierras. Nosotros hemos visto películas y fotos de la carretera desde el aire y ¿Qué forma tiene? Es una serpiente negra".
Parece que algunas carreteras tienen vida propia, independientemente de las poblaciones que unen o comunican en el espacio terrestre; por ejemplo, la carretera que cruza el pueblo de Hualahuises, Nuevo León, está cargada durante el invierno de sonidos estereofónicos que se convierten en cuadrafónicos en caso de lluvia. A cientos de metros de distancia puedes imaginarte ver pasar los trailers y los autobuses porque el sonido y eco de sus motores y de sus llantas -así como de sus estructuras rompiendo el aire de la noche- inunda y satura la atmósfera.
jueves, 20 de diciembre de 2012
Amanecer
La gran ciudad
es un animal que no duerme o una máquina de sueños eternamente despierta.
Decimos “despierta la ciudad” o el “amanecer de la ciudad” como
convencionalismos del lenguaje pero somos nosotros quienes despertamos o
dormimos en ella.
domingo, 16 de diciembre de 2012
Crónicas de guerra. Bulla y silencio ¿tregua navideña?
La gente volvió a salir en las noches para hacer fiesta escuchando música a todo volumen, práctica que se había abandonado desde hace casi dos años, sobre todo después de las matanzas en el casino
Royale y en el salón de baile el Sabino Gordo. La guerra no se ha acabado, nadamás se desplazó a otros territorios pero la gente empieza a abandonar el autoencierro y el silencio; la extensión y dispersión del espacio norteño permite que se libren guerras por años y décadas que -en otras latitudes- serían un catálogo de crímenes contra la humanidad. Los cien mil muertos y desaparecidos del sexenio calderonista se van a tener que acostumbrar a que la vida y la fiesta siguen. Igual sus deudos.
Royale y en el salón de baile el Sabino Gordo. La guerra no se ha acabado, nadamás se desplazó a otros territorios pero la gente empieza a abandonar el autoencierro y el silencio; la extensión y dispersión del espacio norteño permite que se libren guerras por años y décadas que -en otras latitudes- serían un catálogo de crímenes contra la humanidad. Los cien mil muertos y desaparecidos del sexenio calderonista se van a tener que acostumbrar a que la vida y la fiesta siguen. Igual sus deudos.
martes, 4 de diciembre de 2012
Paisajes sonoro rituales. Los trazos de la canción. Claridades acústico geográficas.
Mientras redactamos un tramo de nuestra tesis sobre graffiti
ponemos cantos de los primos Ainu. Esta música primitiva parece gustarle a Sol porque
apenas empieza a escucharse viene gateando, riendo y cantando al estudio para
tomarme de la mano y sacarme a bailar. Nydia se da cuenta del mitote y dice: “Esas
canciones suenan a algún lugar, entre Mongolia y Tierra de Fuego”. Le
contestamos que es la descripción geográfico musical exacta porque son rolas nativas
de la isla de Hokaido, situada al noreste de Japón ¡pura música norestense!, japonesa
¡pero norestense! La Afro raramuri se ríe y afirma que pensó que eran cantos de
los Californios, porque el domingo pasado estuvieron en nuestro puesto del
Callejón Cultural del Barrio Antiguo, unos músicos y nómadas urbanos recién
desempacados de la península de Baja California, quienes nos cambiaron un disco
de cantos Kumiai (etnia de Baja California norte). En efecto, los cantos Kumiai
de la Baja Norte, son parecidos a los cantos Ainu del noreste japonés; de
hecho, Baja California está también a medio camino de las estepas mongolas y
Karukinka, la Tierra de Fuego. De hecho, recordamos vagamente -como en un sueño-
que durante nuestra infancia podíamos ver las fogatas y las luces de la isla de
Hokkaido, desde Ensenada; aunque, para ser sinceros, esto último sólo en días
extraordinariamente transparentes y claros que hace mucho ya casi no se ven.
jueves, 29 de noviembre de 2012
Final de microsociología del Campo Tritón, Norponiente de Monterrey, Pablo Andrés Grimaldo
"No
me importa la manera de partir, solo quiero que al corazón nos apunten al
matarnos, que nos volvamos luz y no polvo. Que nos volvamos nubes y no
recuerdos, que reposemos en un corazón y nunca
en un ataúd. Que escapemos finalmente del animal, que nos despojemos del
fantasma, que dejemos de escuchar las voces, que dejemos a los instintos
apoderarse de nosotros, que terminen los días, que terminen los miedos al irse
difuminando, como se difuminarán estas palabras en quienes las lean, e incluso
en quien las escribe."
Final de microsociología del Campo Tritón, Norponiente de Monterrey, Pablo Andrés Grimaldo Revillas, estudiante del décimo semestre de la licenciatura en Arquitectura, Facultad de Arquitectura de la UANL.
sábado, 24 de noviembre de 2012
Poema de la migración, Mario Payeras (fragmiento). Para l@s kompañer@s kamaradas de la Formaciao Brújula Solare
"Afortunadamente
hay en el mecanismo de las estaciones
una hora feliz en que nos entran ganas de irnos
por el azul de ciertos lunes
(...)
Ni amamos la realidad por sus diluvios o por sus soles
o por la lucidez de su discurso maravillante
sino porque sus caminos son mansos
aunque a menudo no nos lleven de vuelta
a los lugares de que partimos
debido a nuestra condición de criaturas
perplejas por naturaleza.
Y a que las brújulas [solares] de la juventud no son las mismas
que las de tiempos posteriores
ni hay calendario más incierto que nuestro corazón
y porque vale la pena exponer la existencia
a la vigilia de las estrellas de diciembre
(...)
pero con la certeza de que toda realidad siempre será más rica
que el mapa incomprensible de nuestra propia nostalgia"
hay en el mecanismo de las estaciones
una hora feliz en que nos entran ganas de irnos
por el azul de ciertos lunes
(...)
Ni amamos la realidad por sus diluvios o por sus soles
o por la lucidez de su discurso maravillante
sino porque sus caminos son mansos
aunque a menudo no nos lleven de vuelta
a los lugares de que partimos
debido a nuestra condición de criaturas
perplejas por naturaleza.
Y a que las brújulas [solares] de la juventud no son las mismas
que las de tiempos posteriores
ni hay calendario más incierto que nuestro corazón
y porque vale la pena exponer la existencia
a la vigilia de las estrellas de diciembre
(...)
pero con la certeza de que toda realidad siempre será más rica
que el mapa incomprensible de nuestra propia nostalgia"
Bienvenida
Medio
dormidos, cruzamos una ciudad gris,
entre frío y neblina. Primero, pensamos que estamos en Saltillo, Coahuila, pero
rápidamente nos damos cuenta de que despertamos en Monterrey, porque vemos
cruzar un convoy con tres camionetas de marinos por una avenida.
miércoles, 14 de noviembre de 2012
Nosotros si olvidamos. La culpa no es de los Tlaxcaltecas
Preparando
taller de TRIZ con organizaciones comunales mesoamericanas en Tlaxcala (Guerrero, Morelos, Michoacán, Oaxaca, etc.) y
dispuestos a celebrar ceremonia de perdón y olvido con los descendientes de los
Tlaxcaltecas que apoyaron la conquista sedentaria de nuestros ancestros chichimecas.
martes, 13 de noviembre de 2012
cumbia villera
y esas palmas
arriba y arriba…
levantan las manos
para evitar que se caiga el cielo
para impulsar sus cantos hasta el infinito y más allá
para cargar los cuerpos invisibles de sus antepasados
para señalar el horizonte que se aleja con cada paso
para detener las bombas de racimo
que bajan desde el siglo XX, cada vez con mayor imprecisión
para cantar, para bailar
para festejar un gol de su equipo…
(revelaciones en el concierto de los auténticos decadentes, monterrey de octubre, 2012
levantan las manos
para evitar que se caiga el cielo
para impulsar sus cantos hasta el infinito y más allá
para cargar los cuerpos invisibles de sus antepasados
para señalar el horizonte que se aleja con cada paso
para detener las bombas de racimo
que bajan desde el siglo XX, cada vez con mayor imprecisión
para cantar, para bailar
para festejar un gol de su equipo…
sábado, 10 de noviembre de 2012
Nuestros próximos cursos en la Facultad de Arquitectura de la UANL (semestre enero-julio 2013)
Resistencia de materiales mitopoéticos III.
Tecnología del
concreto intangible (Cátedra anti Cemex).
La Topografía de la
lírica popular en el septentrión americano (incluye teodolitos sound system).
Mecánica de suelos
del Inframundo (conocida popularmente entre los alumnos como “Cruzando el
espejo de agua de la vida”).
Ociología urbana (opcional).
Kultura regional.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
Ojos arrancados al paisaje. De Monterrey a Hualahuises Linares.
Hace más de un año
que no viajábamos al sur de Nuevo León y ahora todo se siente más abandonado,
como si una parte de la población se hubiera tenido que enterrar en vida o
hubiera emigrado repentinamente.
Las luces que parpadeaban junto a la sierpe de la carretera desaparecieron casi en su totalidad. Todo está más oscuro y casi no se ve gente, por lo que desde el autobús se adivina un profundo silencio. No se trata sólo de menos pequeños negocios a la vera del camino sino de menos casas cerradas o abiertas, porque si los ojos son las ventanas del alma las casas junto a la carretera son los ojos del territorio, las miradas del paisaje. Aquí, como en otros tramos carreteros del Noreste, la recomendación es no viajar de noche, porque la última letra todavía se jacta que de noche las vías terrestres le pertenecen. De hecho, en los primeros años que se desplegaron las tropas del diccionario, se movían con visores nocturnos por las brechas del norte del Estado, en rápidos convoyes que circulaban con las luces apagadas. Desde el principio, la gente que los vio pasar pronto adivinó que aquellos hombres armados (que podían ver de noche), eran emisarios de mala muerte, aves de mal agüero.
Las luces que parpadeaban junto a la sierpe de la carretera desaparecieron casi en su totalidad. Todo está más oscuro y casi no se ve gente, por lo que desde el autobús se adivina un profundo silencio. No se trata sólo de menos pequeños negocios a la vera del camino sino de menos casas cerradas o abiertas, porque si los ojos son las ventanas del alma las casas junto a la carretera son los ojos del territorio, las miradas del paisaje. Aquí, como en otros tramos carreteros del Noreste, la recomendación es no viajar de noche, porque la última letra todavía se jacta que de noche las vías terrestres le pertenecen. De hecho, en los primeros años que se desplegaron las tropas del diccionario, se movían con visores nocturnos por las brechas del norte del Estado, en rápidos convoyes que circulaban con las luces apagadas. Desde el principio, la gente que los vio pasar pronto adivinó que aquellos hombres armados (que podían ver de noche), eran emisarios de mala muerte, aves de mal agüero.
Notitas musicales del Callejón Cultural del Barrio Antiguo.
Narración con
música de fondo
Un joven se acercó
a preguntar qué era lo que estábamos escuchando y le contestamos: "Es
música griega". Sosegado y con una leve sonrisa negó con la cabeza y
añadió: "Es turco, están cantando en el idioma de mi país, yo soy de
Turquía". Le dije entonces que había vivido en el engaño porque pensé que
esa antología era de música tradicional griega. Mientras esto último ocurría
seguimos oyendo la música de la rola de fondo. Luego volvieron a cantar y habló
otra vez: "Eso si es griego, allí si está cantando en griego". En ese
instante reímos los tres al mismo tiempo y le comenté: "Ah, entonces está
en un spanglish balcánico, como algunas de nuestras rolas mex tex o en lengua
indígena y español", aclaración que celebró con un gesto afirmativo. Luego
se fue, dijo que estaba en la ciudad debido a un programa de intercambio con el
Tec.
domingo, 4 de noviembre de 2012
Trabajar la tierra. El sierreño ranchero Punk
El kompañero kamarada Celedonio
ocupó tierras con los zapatistas, en el Occidente, pero un día se
preguntó: "¿Por qué estoy trabajando parcelas de otros para otros, si
tengo tierras de mi abuelo, en las montañas del norte?
Le dijo adiós a los compas y volvió.
Ahora -al igual que su hermano Mariano- se la pasa entre Monterrey y La Chona, municipio de Aramberri; siembra ajo, barbecha, limpia labores y le ayuda en las labores campesinas al que se deja; también, plática sobre la causa libertaria con amigos y campesinos o presta e intercambia películas, literatura, música. A veces, cuando baja a Monterrey, nos trae mezcal destilado a una altura de 2,000 metros sobre el nivel del mar, ajo, miel, frijol pinto, ojo de cabra y negro; trabaja unos días en la librería de viejo La Nacional, o en lo que caiga, se solidariza con alguna marcha o mitín de izquierda, reparte sus publicaciones caseras y volantes, luego regresa a la Asunción, a las montañas de sus abuelos que lo jalaron de regreso.
Le dijo adiós a los compas y volvió.
Ahora -al igual que su hermano Mariano- se la pasa entre Monterrey y La Chona, municipio de Aramberri; siembra ajo, barbecha, limpia labores y le ayuda en las labores campesinas al que se deja; también, plática sobre la causa libertaria con amigos y campesinos o presta e intercambia películas, literatura, música. A veces, cuando baja a Monterrey, nos trae mezcal destilado a una altura de 2,000 metros sobre el nivel del mar, ajo, miel, frijol pinto, ojo de cabra y negro; trabaja unos días en la librería de viejo La Nacional, o en lo que caiga, se solidariza con alguna marcha o mitín de izquierda, reparte sus publicaciones caseras y volantes, luego regresa a la Asunción, a las montañas de sus abuelos que lo jalaron de regreso.
martes, 30 de octubre de 2012
Apuntes inmobiliarios empezados e inacabados. San Pedrio Garza García y Monterrey
Para
construir edificaciones de usos mixtos y desarrollos verticales de lujo traen
trabajadores de las periferias o recién emigrados a la ciudad. Al terminar cada
una de estas construcciones los dueños e inquilinos cierran el perímetro de la
edificación para esconderse y protegerse en sus amenidades, no sin antes
sacrificar uno o dos trabajadores en los cimientos, columnas y ozas; también, en el paisaje circundante. Esto
último porque tienen la creencia de que una arquitectura sólida y durable
requiere del espíritu o fuerza vital que sólo puede brindar uno o varios muertos.
Una
parte del dinero de estos proyectos inmobiliariosde de lujo sale de la
delincuencia organizada propiamante dicha, así como de la pública y privada; especialmente del lavado de dinero proveniente del
tráfico y venta de drogas, gente, armas.
Algunos familiares y vecinos de los constructores son reclutados, en tiempos de crisis, por las delincuencias
organizadas, colgados y quemados vivos de los puentes y decapitados.
De esta y de muchas otras formas crecen las ciudades verticales modernas y postindustriales, en tiempos de crisis, en el territorio norte.
jueves, 25 de octubre de 2012
Gente del Agua. Arroyo Zacate. Tradición oral y relatos de la Chinantla, Sierra norte de Oaxaca
"A mi abuelita le paso esto, a la abuelita de mi papá.
Cuando ella traía leña iba y venía una y otra vez, una y otra vez porque nomás
podía traerse un tercio de leña. Una vez, cuando ya venía de regreso, se le
cayó una toallita que traía en la cabeza; esto, mientras atravesaba el Arroyo
Zacate. En ese tiempo nadie podía cruzar las fuentes de Agua así como si nada,
tenía uno que pedir permiso.
El Arroyo Zacate era muy extraño porque al momento que
uno pasaba… Haga de cuenta que se le caía algo, lo salpicaba el Agua y usted se
asustaba… En ese momento alguien se apoderaba de su espíritu. Por eso dicen que
han ido a bendecir el Agua y le hacen oración.
En aquel tiempo cuando a mi abuelita le paso eso, ella
intentó recoger su toallita, pero ya no pudo porque al momento sintió que la
jalaban por adentro del Agua, debajo de las piedras se iba, se iba su toallita
y ya no la pudo sacar.
Se regresó para irse a su casa; así, pasaron como dos
días, y ya cuando de nuevo vio la toallita ahí en el Arroyo, entonces ella hizo
el intento de recogerla y sacarla nuevamente, pero en ese momento ella sintió
un escalofrió, y ya no hizo más por sacarla.
El dueño del lugar, que estaba ahí, se molestó porque
ella había pasado tantas veces.
En ese Arroyo, cuando iban a bañar a sus niños, si no
pedían permiso los niños se enfermaban; esto, hasta que fueran a ofrendarle
algo, una moneda, un huevo, la gente le pedía al curandero, quien iba y le
hablaba ahí, pero en su propia palabra de él.
Los curanderos tienen un don, se entienden con lo que está
ahí. Por eso lo niños si se curaban, cuando ya regresaba el curandero a la casa
donde estaba la señora, el niño se recuperaba.
También, a veces se oía que estaban tocando un instrumento,
se oía música adentro del Arroyo en las noches. Se escuchaba la música y se
veían bultos, ahí, que se estaban bañando, pero en ese momento uno no puede
hablar, no puede decir nada, como que se le enchina la piel.
Eso sucedió por el año de 1985. Ahorita ya no sucede eso.
Pasa la gente con Agua bendita. Pero en las noches si se escucha la música. Hay
horas para eso, de las nueve de la noche en adelante."
Recopilación del taller Casa de las Historias, La Chinantla, Tlatepusco, Usila, Sierra Norte de Oaxaca, verano 2012
miércoles, 24 de octubre de 2012
Algunos recuerdos de un domingo como cualquier otro,en el Callejón Cultural del Barrio Antiguo
Un nómada de las periferias que buscaba al
líder del PUP (Partido Único de Pendejos) para venderle monedas chinas de la
suerte con dragones grabados
Una cartera de piel usada, con un billete de dos dólares doblado, que le compramos a un vagamundo
Una cartera de piel usada, con un billete de dos dólares doblado, que le compramos a un vagamundo
Una indígena urbana que se detuvo a
escuchar a Sara Tambaj, preguntando quiénes eran y de dónde, para finalmente
llevarse un disco de Guillermo Velázquez y los Leones de la Sierra de Xichu
porque luego se clavó con la letra de la rola de Martha la Otomí
El kompañero kamarada Maico, quien se
detuvo a preguntar por una cantante afrocolombiana de bullerengue y con el que acordamos
formar un grupo para cantar corridos altaico siberianos mientras oíamos a Yat
Kha
Un michoacano que preguntó por un solista
de Sierra Leona y se llevó un disco de música africana y dos CD con una
discografía de Belice
Una nativa que habló por teléfono con su
novio panameño, mientras veía los cidis de la Kooperativa, y logró conseguirnos
una lista de músicos tradicionales y populares de Panamá
La hija cubano mexicana del Maico, que se pusó a correr con una niña Wixarika bajo la lluvia gritando "¡El que gane pierde!"
La hija cubano mexicana del Maico, que se pusó a correr con una niña Wixarika bajo la lluvia gritando "¡El que gane pierde!"
Etc etc y eternamente etcétera
El Sol, según un escrito de niños Chinantecos
"El Sol es muy
importante para la gente y las personas porque brilla en la oscuridad. Sin el Sol
no hubiera la luz ni hubiera día, quedaría todo oscuro como si fuera de noche.
El Sol hace calor
para los que tienen frío y hace secar la ropa y las camas mojadas.
Si no hubiera Sol no
se podría trabajar y todo quedaría como en un eclipse, porque durante el
eclipse queda todo negro como si no hubiera Sol.
El Sol también es un
poco malo pero no mucho, porque nace enfermando a la gente que camina mucho en
el día, los marea; por eso no es bueno caminar mucho en el Sol".
Tlatepusco, La Chinantla, Sierra Norte de Oaxaca, Taller Casa de las Historias, verano 2012
martes, 23 de octubre de 2012
Venganzas de sangre. Hace años, en un viaje en carro de sitio.
Iba por Altai y subí a un
taxi en Pino Suárez e Hidalgo y le dije al chofer que me llevara para La
Colonia Los Pinceles, de Apodaca, Nuevo León; contestó que no conocía el sitio
y le señalé que era por el rumbo de Las Margaritas, frente a Soriana, Valle Soleado;
como de todas formas pareció dudar añadí: Es la Soriana que salió ayer en las
noticias, donde hubo una balacera antier con varios muertos, incluida una
señora que viajaba en un camión de transporte de personal. ¡Ah, donde mataron a
la chiva!, añadió, ya se, ya me ubiqué, contestó seguro.
Le comenté que en las noticias decían que fueron
dos convoyes de camionetas con gente armada, en las cajas de las mismas,
disparando en el estacionamiento y las inmediaciones; y que según esto, se
trataba de grupos del Chapo Guzmán y del Cartél del Golfo contra los Zetas. El
contestó que eso no era cierto, que no eran del Golfo ni de Sinaloa sino que
era un ajuste de la letra contra bajadores, gente que desde hacía mucho tiempo
trabajaba en forma independiente; dio santo y seña con nombres y otros datos. Hablaba
con seguridad y certeza, de conocedor. Añadió que el narco, antes que nada era
un negocio, y que si había ahora muchos muertos era porque el negocio había
crecido mucho: a esa gente no le gusta la violencia de por sí, porque afecta el
negocio. Sólo matan cuando ven afectado directamente su negocio o cuando ven
afectada directamente su seguridad.
Se dio cuenta de que mis gestos y pensamientos eran
de “Este como sabe eso” y se sinceró, narró que era ex agente de la
desaparecida Policía Judicial Federal y que, aunque hacía más de diez años ya
no trabajaba en ese medio, conocía mucho de narcos, contrabandos, policías y
pistoleros. Además, añadió, me case con una Tamaulipeca (no recuerdo si de
Matamoros o Padilla) cuya familia siempre anduvo metida o emparentada con los
narcos tradicionales de Tamaulipas.
Entonces, aproveché lo que restaba del viaje para
preguntarle cosas que me habían platicado o que había escuchado en los corridos
y el me contestaba lo que sabía de primera mano o le habían contado. Había trabajado
en muchas plazas del norte de México. Al tiempo de que se sorprendió de lo que
le preguntaba le dije que lo había leído o escuchado en las canciones y le
citaba algún fragmento de corrido relacionado; lo cual pareció convencerlo.
Lo que más recuerdo de ese
viaje fue algo que me contó para ilustrar como el narco era, antes que nada, un
negocio. Una vez llegó con su unidad de federales, a una ciudad importante del
norte de México y, en el trayecto del aeropuerto a la comandancia, se toparon
con un grupo que les quiso bloquear el paso y les abrió fuego; contó que el
enfrentamiento estuvo fuerte y hubo varios muertos de ambos lados. En ese
combate cayó el hijo del jefe de la plaza de la región. No recuerdo si un
vástago de los Arellano Félix o de Amado Carrillo Fuentes. Así las cosas, los
judiciales federales se presentaron hasta el día siguiente en la comandancia,
allí los estaban esperando el papá y un tío del muerto y los mandos regionales
de la Policía Judicial Federal. El padre del muerto pidió que les separaran a
los nuevos, recién llegados un día antes, y se sentaron en una mesa, les dio la
mano y se presentó, añadiendo: “Ustedes ayer mataron a un hijo mío pero fue en
un enfrentamiento limpio, parejo, se toparon y ellos no sabían quienes eran
ustedes y que llegarían en avión; ustedes tampoco sabían quiénes eran ellos,
porque apenas se iban a presentar con sus jefes y con nosotros. Todo fue una
confusión y un error. A partir de ahora –y levantó su mano derecha señalando su
reloj- el tiempo está detenido entre nuestra familia y ustedes. No va a haber
venganza de sangre entre nosotros. Nada más que ya saben que aquí controlamos
todo, no se metan con el negocio y nuestra gente y no va a pasar nada.
Nosotros sabemos muy bien
que en el Norte de México hay venganzas de sangre, no sólo porque lo hayamos
leído o lo hayamos escuchado, nuestros primos y tíos del ejido Cerro Prieto las
han vivido en carne propia, y en Terán se contaban varias historias al
respecto. Pero nunca habíamos escuchado que se utilizará el término coloquialmente;
sólo lo habíamos leído respecto a las venganzas de sangre albanesas, que
refiere Ismail Kadaré en sus libros. Una vez, de hecho, me pidieron una opinión
respecto a una venganza de sangre, se trataba de primos de mi papá, nativos de
China Nuevo León, a los que les habían matado el papá y un hermano; durante
mucho tiempo los tíos de China rastrearon y buscaron al papá del clan contrario
para matarlo. Tendría yo alrededor de diez años cuando mi papá me contó toda la
historia de esas rencillas viejas, finalizando con el dato de que se había enterado
sin querer, donde trabajaba de velador el señor que había matado al padre de
sus primos, se trataba de un anciano viviendo sus últimos días en un punto
olvidado del área metropolitana de Monterrey; me preguntó qué pensaba yo que
debía de hacer porque se sentía comprometido con sus primos de China, ellos
siempre lo trataron bien cuando vivía en Reynosa y pues eran familia. Yo le
dije lo que pensaba, palabras más palabras menos, que las muertes por las que
querían matar al viejito ese, sucedieron hace muchos años, que no ganarían nada
ni revivirían a sus muertos asesinándolo; añadí que, además, nadie de sus
primos de China sabría nada del paradero del viejito si él no les decía nada. Ya
no supe si mi papá les avisó a sus parientes donde vivía el señor, nunca le
pregunté y el nunca volvió a tocar el tema. Hasta la fecha, no se si esa
venganza de sangre se ejecutó o se detuvo en aquella ocasión.
domingo, 21 de octubre de 2012
Torres caídas
"Torres más grandes hemos visto caer" decía uno de los panfletos que vendían, unos compañeros camaradas, en el callejón cultural del barrio antiguo; y no supimos si se trataba de la torre de Babel, las torres gemelas o torres de departamentos como las que ahora se construyen mucho en Monterrey y San Pedro.
sábado, 20 de octubre de 2012
Apuntes del Trópico de Cáncer. Ciudades fundadas en el otoño
En estas
coordenadas de transición entre Norteamérica y Mesoamérica el verano es una
atmósfera que se apropia de los seres y las cosas desde adentro hacia afuera;
inunda y desborda de sol y humédad al mundo. Aquí, el verano es un ambiente
propicio para la cumbia, el vallenato y otros ritmos ecuatoriales, marítimos o
análogos.
El otoño es un territorio que despliega islas e ínsulas, desde finales de agosto y principios de septiembre, hasta que desplaza con tierra las aguas del estío y se transforma en un continente. Antes que una estación es un territorio acústico en el que los sonidos amalgaman olores, sabores, colores. La banda sonora predominante en el otoño está conformada por baladas líricas, cantares de gesta, tragedias y un gran repertorio de músicas de viento concebidas durante largos viajes por carretera, así como combinaciones de lo anterior con solos de guitarras eléctricas de gran aliento estilo Crazy Horse.
El otoño es un territorio que despliega islas e ínsulas, desde finales de agosto y principios de septiembre, hasta que desplaza con tierra las aguas del estío y se transforma en un continente. Antes que una estación es un territorio acústico en el que los sonidos amalgaman olores, sabores, colores. La banda sonora predominante en el otoño está conformada por baladas líricas, cantares de gesta, tragedias y un gran repertorio de músicas de viento concebidas durante largos viajes por carretera, así como combinaciones de lo anterior con solos de guitarras eléctricas de gran aliento estilo Crazy Horse.
El fin de Google. Mecatito de ixtle para el alma
Vimos una foto del data center de Google, en Oregón, y en un rápido análisis sistémico de la imagen concluimos que, con un simple mecatito de ixtle, podíamos generar un corto ciruito y acabar con ese súpersistema de datos.
viernes, 19 de octubre de 2012
Re invención de la tradición
Últimamente
nos ha tocado ver a muchos indígenas disfrazados de indígenas tradicionales y a
gente escuchando música de arpa veracruzana cuyo sonido sonaba como verdadera arpa
de sotavento.
Muertos subidos
Hay muertos que dan vida porque uno camina
sobre su rastro invisible, sus huellas, herencias y compañías. Pero también hay muertos que cansan, que
nos hacen doblar las rodillas, encorvanos.
jueves, 18 de octubre de 2012
Las percepciones de las niñas de la tierra de las montañas azules y koloradas
"Está viendo a ver qué oye..."
Una tía de Parral mirando como mira Sol
Una tía de Parral mirando como mira Sol
El apio de los pueblos
Llegará un tiempo en que volverán los
cultos y prácticas animistas y naturalistas a estas tierras; mientras tanto,
debemos conformarnos con un espectro que se limita, a abarcar, del cristianismo y el racionalismo al
culto de Jesús Malverde y la Santa Muerte.
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