El resplandor de las cosas en el crepúsculo de la mañana. Desde que dios amanece.
lunes, 18 de marzo de 2013
Este texto es influencias clara del doctor de Shelby y el Tercer Policía
Hoy que nos levantamos temprano tuvimos la clara
revelación de que no amanece en las condiciones y términos que solemos pensar o
nos han hecho creer. La idea básica del crepúsculo de la mañana es algo que
deberíamos descartar por su excesiva simplicidad. Simplicidad excesiva =
complejidad evidente. Nuestra condición de mamíferos diurnos y la tradición
heliocéntrica de la humanidad nos hace pensar todavía que amanece porque sale
el sol, que las cosas del mundo despiertan y adquieren matiz por obra y gracia
del astro rey. Pero, esta es una perspectiva monárquica que no se corresponde
con la realidad, cada cosa y ser del mundo generan su propio resplandor, hay un
brillo de por sí que se despierta poco a poco en el crepúsculo de la mañana y
alimenta la luminosidad solar. En el crepúsculo de la tarde nadamás ocurre al
revés, las cosas y seres del mundo languidecen, empiezan a dormir de sus
matices y se duermen, se apagan.
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