miércoles, 27 de febrero de 2013

Los relatos de "El mundo como flor y como invento".

"Son de cierta manera un recuento de mi niñez y a la vez quieren ser el mapa de una realidad que presiento tras la apariencia y el caracter perecedero de las cosas. Nací en una de esas casas de tejados y zaguán con naranjos y rosedales en el patio, donde el tiempo interior es obra de los pájaros. Quedaba en Chimaltenango, junto al cuartel, y la habitaba una quietud propia. De visita a la capital desde el frente guerrillero, en 1974, pasé frente a la casa, aunque fuera sólo para verla de lejos. Dejé para otro tiempo visitar a mi familia, y cuando en 1978 bajé de la montaña volví a mi pueblo natal. En su querido espacio encontré entonces el edificio de teléfonos ya que la casa había sido destruida por el terremoto de 1976. Desde entonces me nació la inquietud de recobrar mediante la literatura la realidad temblorosa y frágil de mi primera infancia. También los animales de la selva, las historias de sus pobladores y otros lugares por donde he pasado y cuyos ámbitos marcaron mi memoria. Lo de la gaviota del golfo, por ejemplo, fue realidad. Hace algunos años, viajando de Veracruz hacia México, a través de Jalapa, una tarde de tormenta divisé al ave blanca describiendo círculos en las estribaciones del Cofre del Perote, cien kilómetros tierra adentro. Después la vi perderse entre la neblina en dirección al Orizaba. No sé qué buscaba cerca de la nieve una voladora marina." Mario Payeras, Fragmento sobre poesía, las ballenas y la música, pp. 116-117

Descarga El Mundo como flor y como invento: https://docs.google.com/file/d/0B0rWP7-R68qHMWY4NTgyMTQtZGUwYi00ZDM5LTg4M2YtMWU5Y2Y4ZWRkMzg4/edit?hl=es

No hay comentarios:

Publicar un comentario