sábado, 11 de mayo de 2013

¡Goooooool! Descargas del clásico de fútbol local. Anécdotas de los nicolaítas

Meño, mejor conocido en el bajo mundo como "El matón de la frontera", acostumbraba ir a ver la transmisión de los partidos entre Tigres y Rayados, a la cantina el dólar, divan colectivo situado en la frontera este del centro de San Nicolás de los Garza.
Beisbolero de corazón -desde los tiempos indios- un día le preguntamos por qué iba a ver los partidos del clásico local de fútbol si era un deporte que no le gustaba y nos contó su secreto; como todos, iba a divertirse, esperaba que alguno de los equipos marcará gol y señalaba rápidamente a algunos dos o tres hinchas del respetable público, al tiempo que les gritaba: "tu, tu y todos los que están aquí, ¡chinguen a su madre!", luego hacía círculos con las manos en el aire para enfatizar sus palabras. Hecho el gesto se ponía a reír y a gritar con los que estaban celebrando la anotación.
Conclusión. La cura por la palabra es buena, pero el extásis por los gritos y por las rayadas de madre colectivas tienen un nivel terapéutico mucho más alto que el psicoanálisis -por lo menos- debería de considerar.

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