viernes, 4 de octubre de 2013

Muertos se los llevaron vivos los queremos. Recordar ¿para olvidar?

Hay sucesos o personas que se evocan para congelarse en el tiempo. Se reivindican una vez al año y se echan en cara -si la ocasión lo amerita- pero sus motivaciones no se asimilan o se olvidan en el día a día, en la vida cotidiana. Aplica, por ejemplo, para los católicos que viven fervorosamente la pasión de Cristo en semana santa y luego se la pasan crucificando al prójimo buena parte del año; también, para los militantes de izquierda que recuerdan a los mártires anarkistas de Chicago o el dos de octubre pero si los cuestionan o son irónicos con sus planteamientos o acciones quieren silenciar y agredir a los kompañeros kamaradas. Sucede entonces que, a veces, los aniversarios funcionan como chivos expiatorios o banderas que se convierten en cortinas de humo...

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